Las enzimas son grandes proteínas que aceleran las
reacciones químicas, compuestas por polímeros de aminoácidos. Tienen el poder de catalizar,
facilitar, y agilizar determinados procesos sintéticos y analíticos. Por ejemplo, pueden ayudar a descomponer los
alimentos que consumimos para que el cuerpo los pueda usar. La coagulación de
la sangre es otro ejemplo del trabajo de las enzimas. Los propios genes son
reguladores de la producción de las enzimas; por tanto, genes y enzimas pueden
considerados como las unidades fundamentales de la vida. Las enzimas son
necesarias para todas las funciones corporales. Se encuentran en la boca
(saliva), el estómago (jugo gástrico), los líquidos intestinales, la sangre y
en cada órgano y célula del cuerpo.
Desde el punto de vista químico, las
enzimas están formadas de carbono (C), Hidrógeno (H), oxigeno (O), Nitrógeno (Ni), y Azufre (S) combinados, pero
siempre con peso molecular bastante elevado y común propiedades catálicas específicas.
Su importancia es tal que puede considerarse la vida como un "orden
sistemático de enzimas funcionales". Cuando este orden y su sistema funcional son alterados de algún modo, cada organismo
sufre mas o menos gravemente y el trastorno puede ser motivado tanto por la
falta de acción como por un exceso de actividad de enzima.
La
clasificación de las enzimas se realiza de acuerdo con el tipo de reacción de
transferencia, el grupo dador y el grupo aceptor, y se reconocen 6 grupos
principales: oxidorreductasas (transferencia de electrones), transferasas
(transferencia de grupos), hidrolasas (reacciones de hidrólisis o transferencia
de grupos funcionales al agua), liasas (adición de grupos a dobles enlaces),
isomerasas (transferencia de grupos en el interior de la molécula para originar
formar isoméricas) y ligasas (forman diversos enlaces acoplados a la ruptura de
ATP). Algunas enzimas necesitan para su actividad un componente químico
adicional llamado cofactor, que puede ser inorgánico (diversos cationes
metálicos) o moléculas orgánicas complejas llamadas coenzimas. El conjunto de la
proteína activa junto con su coenzima se denomina holoenzima.
Algunas enzimas, como
la pepsina y la tripsina, que intervienen en la hidrólisis de muchos tipos de
proteínas, controlan muchas reacciones diferentes, mientras que otras como la
ureasa, son muy específicas y sólo pueden acelerar una reacción. Otras liberan
energía para la contracción cardiaca y la expansión y contracción de los
pulmones. Muchas facilitan la conversión de azúcar y alimentos en distintas
sustancias que el organismo precisa para la construcción de tejidos, la
reposición de células sanguíneas y la liberación de energía química para mover
los músculos.
